

Escrita y dirigida por
Marta Aran
PREMIO MAX – Mejor autoría revelación


Una mujer que ha vivido con su mentira durante 15 años. Una mujer que ha intentado ordenarla meticulosamente, día tras día, en un calendario. Una mujer que ha intentado que esa mentira nunca salga a su mundo real. Una mujer que no tiene orgasmos. Una mujer liberada que sabe muy poco de su sexualidad y de su placer, pero que muestra a la sociedad todo el contrario. Una mujer que se sincerará por primera vez.
TODOS LOS DÍAS QUE MENTÍ es un calendario de todas esas mentiras que hay en el mundo del sexo, las que nos decimos a nosotros mismos, las que nos dicen los otros y las que acabamos diciendo para sentirnos integrados dentro de una sociedad sexualizada. Unas mentiras que hacen nuestra vida más bonita y placiente pero que, a la vez, pueden ser cómicas, absurdas y desgarradoras.
A partir de mujeres reales y anónimas y su experiencia, se ha escrito TODOS LOS DÍAS QUE MENTÍ, un monólogo que habla de la ausencia de orgasmos en las relaciones sexuales y del tabú que esto supone en una sociedad donde hay que tener una sexualidad llena para sentirse integrado. Un texto escrito desde las mentiras que nos decimos y nos dicen.

DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN:
Marta Aran
REPARTO
Lara Salvador/ Marta Aran
AYUDANTÍA DE DIRECCIÓN
Muguet Franc
ESCENOGRAFÍA Y VESTUARIO
Elisenda Pérez
DISEÑO DE LUCES Y ESPACIO SONORO
Xavi Gardés
PROYECCIONES VÍDEO
Alejo Levis
ILUSTRACIÓN CARTEL
Marta Font
FOTO Y TEASER
Roser Blanch
PRODUCCIÓN EJECUTIVA
Sergio Matamala, Clara Cols
y Roser Blanch
COMUNICACIÓN Y REDES
Elisenda Riera
ADMINISTRACIÓN
Mario Berlinches
y Sergio Matamala
PRENSA
Clara Cols
DISTRIBUCIÓN
Elisenda Riera
JEFE TÉCNICO SALA
Xavi Gardés
UNA PRODUCCIÓN DE
Flyhard Produccions S.L.
CON EL APOYO DE
ICUB - Institut de Cultura de Barcelona
y ICEC - Institut Català de les Empreses Culturals
Gramona y Llibreria Montseny
DURACIÓN
70 minutos
#todoslosdíasquementí




Yo sufrí anorgasmia durante siete años de mi vida.
Aunque fue toda una lucha para mí, de hecho, me siento orgullosa de haber pasado por ello, ya que me ha ayudado a construir la persona que soy hoy en día. Tuve una doble vida durante todos esos años. Cumplí a rajatabla mi papel en este mundo como mujer “liberada”, tenía una vida sexual “abierta, divertida y consentida”. Pero desgraciadamente, no era así cómo yo lo vivía. Viví mis experiencias más íntimas como si fueran un secreto que no había que revelar. Y mentí, todas las veces que tuve sexo.
Hace poco, leí en un artículo la siguiente estadística: según un estudio entre un 30% y un 40% de las mujeres habían sufrido algún tipo de anorgasmia y un 69% admitían haber fingido en sus relaciones sexuales. Al leer esto, vi que había muchísima gente que le pasaba lo mismo que a mí.
Pero, ¿por qué? ¿Por qué se usa este recurso como una cosa habitual? ¿Es la sociedad? ¿Nos reprimimos o en realidad es más difícil alcanzar el clímax para las mujeres? ¿Lo hacemos por la educación que nos han dado? ¿O por supervivencia afectiva?
Yo, gracias a una dosis de sinceridad conmigo misma y a una terapia con una sexóloga pude explorar, y sobre todo aceptar que mi sexualidad era mía y solo mía. Fueron años de proceso.
Pero al mismo tiempo, aunque estuviera acompañada por una profesional, fueron momentos de una extrema soledad y sentía que cargaba con un sentimiento de culpa y vergüenza. Así que decidí que debía apartar todo mi pudor y escribir Todos los días que mentí (Els dies mentits), para todos aquellos y aquellas que están pasando por lo mismo y para decir al mundo que no están solos y que no deben sentir vergüenza.
Esto me hizo investigar, a través de una sexóloga, diferentes casos de anorgasmia, ya que no quería centrarme solo en mi experiencia personal. Pude encontrar diferentes perfiles que admitían que tenían dificultades para llegar al clímax: mujeres que reprimían su sexualidad por vergüenza, mujeres que no les interesaba el sexo directamente, mujeres mayores, mujeres jóvenes, mujeres que tenían una sexualidad muy activa pero que no conseguían llegar nunca al clímax... Había tantos casos como mujeres en el mundo. También encontré casos de hombres con anorgasmia... Más de los que creía.
Pude entrevistar a cinco mujeres y a un hombre que en algún momento de su vida habían pasado por la experiencia de no poder tener orgasmos. Lo que más me sorprendió de las conversaciones, fue que todos teníamos una cosa en común: La vergüenza de contarlo. De cara al mundo, lo vivíamos en silencio sin mencionar nunca el tema o mostrábamos una realidad completamente diferente a lo que habíamos vivido. Para todos, nuestra situación era un tabú, un fracaso. Vivíamos, de puertas afuera, una vida donde no existía el “problema”.
Eso me dio herramientas y fuerzas para poder hablar de ello a través de sus mentiras y las mías. Cogiendo mis referentes y los suyos; sin entrar en detalles más delicados o íntimos, sino a través de sus pensamientos, recuerdos, experiencias, conversaciones y todas aquellas cosas que creían que habían ayudado a desarrollar su anorgasmia. Todas las mentiras que les habían dicho de pequeños (o de no tan pequeños), todo aquello que habían creído del amor y del sexo, todas esas cosas que habían dicho a otras personas, ya fueran amigas, amantes o familiares... Y así empecé a escribir todos esos días, esos recuerdos, comentarios, sobre qué hacían y deshacían de su mentira.
Y así se creó este monólogo, a partir de sus mentiras mientras buscaban la verdad.
Marta Aran
Algunas críticas destacadas
“TODOS LOS DÍAS QUE MENTÍ (Els dies mentits) no hace referencia al ocultamiento de la verdad durante las relaciones, sino a la máscara bajo la cual se esconde quien no cumple los supuestos estándares en el sexo. (...) Nos habla de la hipersexualidad de la sociedad de hoy en día y en la presión social sobre las chicas adolescentes, que en algunos casos se bloquean justamente por la autoexigencia de tener muchas experiencias y disfrutarlas.”
Belen Guinart, AHORA PLAY
“TODOS LOS DÍAS QUE MENTÍ (Els dies mentits) nos habla de nosotras. De las mujeres, que mentimos para que los hombres se sientan hombres, para que estén contentos. Para que se sientan los amos del mundo. Habla de nosotros. De los hombres. Que mentimos porque nos pensamos que lo hacemos todo bien. Que no preguntamos porque no nos hace falta. Que nos conformamos con cualquier respuesta que nos deje satisfechos y ya tenemos bastante.”
Nicolás Larruy, Espectáculos BCN
“El espectáculo es dinámico e interesante y tiene un final muy potente y conmovedor que es, verdaderamente, el gran momento del montaje.”
Iván F. Mula, Teatro Barcelona
“La sexualización de la educación de las niñas ha condicionado a un montón de generaciones y el teatro hace bien de ponerlo en evidencia. El caso de la protagonista de TODOS LOS DÍAS QUE MENTÍ (Els dies mentits) es uno de tantos, y lo interesante no es sentirnos identificados, sino tomar conciencia de que quizás somos cómplices y de que representarlo también es hacerlo visible.”
Xavi Pijoan, Teatro Barcelona
“El resultado es un drama íntimo lleno de humor. Pura energía, ya lo veréis.”
Aída Pallarès, Elnacional.cat
“TODOS LOS DÍAS QUE MENTÍ (Els dies mentits) se apresura para aligerar las serias reflexiones que hace sobre la dictadura de la opinión y la actitud dominante, sobre la centralidad del sexo en la sociedad y el dolor que genera el fingimiento. Una interpretación sin barreras que por ella misma ya conecta con el público y con la denuncia expuesta, en un recorrido notable del humor compartido al drama íntimo.”
Juan Carlos Olivares, TIMEOUT Barcelona
“Es un gran acierto de la autora-directora, no plantear el espectáculo desde un punto de vista melodramático, sino al contrario, de una manera distendida, confidencial y con muchas dosis de humor. Y es que riendo, riendo,
es cuando tratamos mejor las cosas más serias.”
Eloi Helecho, Núvol
“En escena, una actriz sencillamente brillante que interpela directamente al público y confiesa sin censuras todas sus dudas, dolores y problemas. En una interpretación potente, llena de verdad y de energía, marca el ritmo de una función que, con su dosis imprescindible de comedia, presenta una verdad más amarga y compleja.”
Gema Moraleda, Somnis de teatre
“El montaje es vivo, recurre al humor muy acertadamente y también cambia la situación hacia el drama contenido.”
Teresa Ferré, Nación Digital
“Con un gran sentido del humor, las artífices de este espectáculo han conseguido situar la sexualidad femenina dentro de las temáticas de una nueva generación de dramaturgas y directoras que tienen mucho que decir y encuentran los caminos para hacerlo.”
Iolanda G. Madariaga, Recomana.cat